Para evitar que el bacalao se desmigue a la hora de freírlo tenemos dos trucos que nunca fallan. De entrada, debemos pasarlo primero por harina vuelta y vuelta, con cuidado de que no queden partes sin enharinar. Después, a la hora de introducirlo en el aceite, es importante que lo coloquemos con la parte de la piel hacia arriba. De este modo, podemos estar seguros de que el pescado no se deshará.